La misericordia de Dios se expresa no solamente en sus actos de benevolencia, sino en todo lo que hace. Eso es lo que el salmista expresa en este cántico que eleva para destacar la magnificencia del Eterno: Él es digno de toda gloria porque así es Él, y así hace todas las cosas.
Entonces establece un contraste interesante entre el carácter natural del hombre y el de Dios, porque existe. Puede haber justos, fieles y temerosos de Su Nombre, y Él los rescata, les muestra su favor, honor, gloria y poder. Pero en su pueblo también hay quienes le han desobedecido, se han descarriado y le han afrentado. Sin embargo, Dios es misericordioso y les recuerda sus obras a todos. Muestra su gran poder entregando las naciones de otros a su pueblo y todo lo que hace es bueno y justo.
El salmista destaca que la única forma de ser verdaderamente sabio es temer a Dios y obedecer sus mandamientos. Sin embargo, de esto no depende el carácter del Todopoderoso, sino que se establece como una base para vivir tranquilo, estar bien y recibir de buena manera las bendiciones que se derraman de lo alto, ya sea que el creyente las note o no.
Contexto histórico del salmo 111
En su idioma original, el salmo 111 es un acróstico que comienza cada hemistiquio con una letra del alfabeto hebreo que destaca sustancialmente los prodigios de Dios. Es decir, resalta el carácter de Dios muy a pesar de cualquier obstáculo, diferencia o divergencia humana que pueda existir.
La tradición judía remarca este salmo como algo más que una representación artística. Indica que haberlo escrito en orden alfabético, así como la revelación del carácter de Dios es de origen divino. Es decir, que fue totalmente inspirado por Dios en una revelación profunda de su ser a pesar de no incluir profecía.
Por otra parte, Seforno, que fue un gran maestro judio de la ley indica que este salmo también es una exhortación de Dios para quienes no estudian la ley y no consideran su sabiduría. Sin importar las excusas de los infieles, la lectura de la Torá y su estudio es fundamental para ser un baluarte de la verdad y contar con la sabiduría que se requiere para transitar por este mundo siendo justo, fiel a Dios y temeroso de su nombre.
Finalmente, el salmo 111 se recita el día de Shabat en Minjá, pues alude a las maravillas que realizó Dios en Egipto y que deben recordarse en Shabat.
Análisis bíblico del salmo 111
Desde el principio el salmista indica qué va a hacer con la gran visión de Dios que tiene frente así: Dará gracias con todo su corazón cuando se reúna en el pueblo. Esto indica dos puntos fundamentales en la intención del salmista. La primera es reunirse con el resto del pueblo de Dios a cantar alabanzas, y la segunda es que lo hará con todo su corazón cuando tenga la oportunidad.
De hecho, continúa invitando a la comunidad a notar, ver las maravillosas obras de Dios. De hecho, les dice que las consideren mientras se deleitan en Él y mayor será su deleite. Esto se debe a que todo en el carácter de Dios es rico, maravilloso y ofrece un contentamiento general en el alma y el espíritu de cada creyente.
Entonces el salmista comienza a narrar características inherentes en el carácter de Dios que incluyen:
- Justo: de hecho, el salmista indica que su justicia nunca y nunca falla. Esto infiere un carácter fuerte de que Dios siempre tiene la razón. Sin importar cuántas veces el creyente crea tenerla. Indica que solo su juicio es totalmente justo, porque conoce todos los hechos y todos los caminos.
- Misericordioso: que ofrece misericordias cada día y que hace que los creyentes recuerden sus obras de misericordia.
- Proveedor: da alimento (espiritual y terrenal) a quienes le temen, no les desampara, sino que recuerda su pacto para con ellos.
- Fiel: que recuerda una y otra vez su misericordia y su pacto, y la reafirma a través de sus acciones constantes.
- Poderoso: capaz de ofrecerle al creyente incluso otras naciones en sus manos.
- Justo, bueno y confiable: que tiene mandamientos confiables y verdaderos que no cambiarán de la noche a la mañana, sino que tendrán fundamento justo y el creyente podrá confiar en ellos de continuo.
- Íntegro: no hay doblés en él, sus mandamientos siempre son verdaderos y no cambiará de opinión una vez que los haya cumplido.
- Salvador: quien es capaz de pagar el rescate por completo de su pueblo sin pedir nada a cambio, sin que su pueblo necesariamente lo mereciera.
Entonces el salmista hace una recomendación general a todos los creyentes que le oyen y le leen: Que teman a Dios. Tan simple como esto. Incluye estudiar su ley y obedecer sus mandamientos para que crezcan en sabiduría cada día de su vida. Esto implica no solo entender su Palabra, sino practicarla de continuo y entender la importancia de alabarlo por siempre y siempre.
Aplicación del salmo 111
Conocer el carácter de Dios a profundidad solo lleva al creyente a dos cosas: adorarle y proclamarle. La adoración como un estilo de vida de gratitud frente a su bondad, misericordia, poder y majestad. Es como que el creyente viva maravillado todo el tiempo por cada obra que haga el Señor, considerando que puede ser en su favor o no. Y que en cada ocasión que tenga le agradezca, ore de continuo y esté constantemente cerca de Él para observar más de su poder.
En cuanto a la proclamación, el salmista establece que es de vital importancia que la sabiduría de Dios sea expresa. Es decir, que se comparta constantemente con otros. Que la gloria de Dios sea evidente para más personas en el mundo, por cuanto el creyente necesita proclamarlo, expresarlo y decir que el Rey de todas las cosas, quien le conoce, quien permanece a su lado es el mismo que ha hecho todas las proezas increíbles y el que las sigue haciendo día tras día.
Esto ahora se entiende que es porque en medida de su conocimiento las personas llegarán a ser salvas. Si no conocen a Jesús, y no le exaltan, no podrán ser salvos. Entonces su salvación también es tarea del creyente, quien en su sabiduría entiende la responsabilidad que tiene al divulgar de alguna manera el carácter del Dios que conoce.