Para los seres humanos es fácil pensar en lo que hubiese sucedido si las circunstancias hubiesen sido distintas. Esta es una realidad imposible de comprobar, pero siempre la imaginación lleva a pensar en todos los posibles escenarios, y esto indudablemente cambia su visión acerca de las cosas.
Este es un salmo que refleja ese carácter del ser humano, en el cual el salmista imagina qué hubiese sucedido si Dios no hubiese estado de lado del pueblo, lo cual lo lleva inevitablemente a alabarle y bendecir su nombre.
Se trata de un reconocimiento personal de que sin Dios no hubiese sido posible ningún escenario de los que fueron salvados de forma sobrenatural. Se trata de reconocer que en las situaciones adversas, es Dios quien se presenta como poderoso gigante y ofrece seguridad, provisión y reposo para aquellos que confían en Él.
Contexto histórico del salmo 124
La escritura de este salmo está ampliamente ligada al Hagadá de Pesaj, que son las lecturas que el pueblo judío hace cuando celebra la pascua, cuando Dios les sacó de Egipto. Una de las frases más mencionadas es la bendición a Dios porque les libró de las manos de sus enemigos.
Es por esto que en este contexto, el salmista compara el exilio que han sufrido a causa de sus enemigos o Jajamim con un mar profundo que el pueblo deberá atravesar. En este sentido, el pueblo reconoce que deberá atravesar por múltiples dificultades como gigantescas olas, remolinos, tempestades, aguas turbulentas y demás problemas, pero Dios en su misericordia permitió que Israel pasara esas dificultades temporales y saliera a flote.
En su forma de escritura, el salmista recuerda de forma breve y muy expresiva que ha sido Dios quien ha salvado al pueblo de forma prodigiosa, así que ningún humano podría haberlo hecho. Este no solo era un cántico para elevar durante esa dificultad temporal, sino para hacerlo después, cuando estuvieran en la calma y tranquilidad de sus hogares, en los que debían también acordarse del Señor que los libró en el pasado y les dio calma para el presente.
El pueblo de Israel sufrió mucho en el pasado por olvidar las maravillas del Señor, por eso el salmista se encarga de entablar un cántico que les recuerde constantemente, que no serían nada si Dios no se hubiese presentado en su ayuda.
Análisis bíblico del salmo 124
Versículos del 1 al 5: Si no nos hubiese ayudado Dios
Lo primero que el salmista hace es una declaración pública frente al pueblo para que todos se pongan a reflexionar en qué habría pasado si Dios no estuviese de su lado. Esto es útil para evitar que el pueblo se envaneciera, y así mismo, también lo hagan los creyentes. Cuando pasan por periodos de victoria tras victoria, es normal que las personas empiecen a creer que ganaron esto por su propio mérito. Sin embargo, el salmista hace un llamado de atención a recordar qué estaba sucediendo y qué habría pasado si el Señor no hubiese intervenido.
Y en caso de que los creyentes no fuesen capaces de aproximar qué hubiera sucedido si Dios no les hubiese ayudado, el salmista lo dice con claridad: habrían perdido su alma en las aguas impetuosas. Esto es algo bastante serio, el salmista reconoce con claridad que le debe su vida al Señor, porque les protegió de los malvados, salvó su alma y su cuerpo de las muchas dificultades y además les restauró cuando los tiempos difíciles hubieron terminado.
Versículos del 6 al 8: Bendiciones al Señor
La respuesta automática al favor inmerecido de Dios es agradecimiento. El salmista comienza a bendecir el nombre de Dios por ser su socorro, su sustento, su alegría y su lugar seguro.
También describe las dificultades en las que estuvo y la facilidad con la que el Señor los libró de ello, dejándoles en libertad para decidir agradecerle, adorarle y bendecirle. Además, el salmo hace especial énfasis en la supremacía de Dios, lo que es la razón real por la que es Todopoderoso y capaz de hacer todas las cosas que ningún otro dios creado por los hombres puede hacer. Dios reina sobre toda la tierra y su poder y misericordia se vierte sobre sus creyentes, llenando de amor sus acciones y protegiendo siempre a su pueblo amado que ahora también está conformado por la iglesia.
De esta manera, se cumple la promesa de Abraham, en la cual Dios le dijo que a través de Él serían benditas todas las familias de la tierra.
Aplicación del salmo 124
En un gran debate podrías pasar horas pensando si es más fácil recordar a Dios cuando estás feliz, o durante las dificultades. Pero este salmo es un recordatorio de que el Señor está presente en todas las áreas de la vida del creyente, aun en las dificultades, aun en los momentos felices, aun cuando cree que está en circunstancias totalmente imposibles.
La supremacía de Dios excede a la mente humana, excede al creyente e incluso excede a la iglesia, porque sea que le adoren o no, Él sigue siendo Rey sobre todas las cosas y eso es precisamente lo que debemos recordar.
Si bien en muchas ocasiones no es beneficioso pensar qué habría sucedido, en esta oportunidad conviene al creyente imaginar qué hubiese pasado si Dios no formara parte de su vida. Esto ofrece una apreciación completa de una vida totalmente diferente, en la que la bondad y la misericordia de Dios no existen y no está esa mano invisible actuando en su favor en todos los aspectos.
Imaginar una vida sin Dios, ayuda al alma a alabarle con más ganas, ya que existe un agradecimiento genuino y poderoso que surge de saber cómo sería una vida sin Dios y que todo lo que hoy se tiene es gracias a la mano del creador de todas las cosas que ha decidido poner su mirada en los hombres.
