explicación del salmo 77

¿Alguna vez Dios te ha decepcionado? El momento más fortuito para una madre, que pide protección para su hijo, pero este no regresa. Aquel puesto laboral por el cual luchaste y sin embargo, no fuiste admitido. Al pueblo de Israel le pasó de igual manera cuando en sus años dorados todo parecía caerse a pedazos. El salmista plasma un antídoto en este salmo, la memoria histórica. 

1-4: El declive

El salmista comienza afirmando su consuelo y esperanza, «… a Dios clamé y él me escuchará» enmarca el deseo de un hombre, en representación de una nación, por ver como su Dios se inclina para escuchar sus plegarias, sus necesidades. Hasta este punto parece contener sus emociones, usando su raciocinio espiritual. Posteriormente nos encamina a un problema incierto, sabemos que se encuentra «…en el día de angustia…» Más allá son solo especulaciones.

En una expresión común para la época, tomaba sus manos en señal de auxilio, seguramente en horas de la noche (Sal. 77:4). Pero el versículo tres nos hace dudar de la fiabilidad de sus plegarias, pareciera que mientras más oraba, medita y daba su horas de descanso para meditar en Dios, con mayor desesperación se sentía (Sal. 77:3,4).

5-10: Las dudas acerca de Dios

En el punto de partida del versículo cinco, se esboza la historia como un mal recuerdo. Al leer el segmento completo nos encontramos con un hombre en la incertidumbre, el cual «…medita en su corazón…» una serie de preguntas que pueden tornarse turbias o tumbar la fe del pueblo. Sentir en la soledad el desprecio de Dios, cuando al repasar los hechos pasados crees que nunca te abandonará, pero es así cómo se siente. Para algunos maestros en teología, estas preguntas se las hacía Jesús en la cruz, con la pregunta: «Padre ¿Por qué me has abandonado?» (Mat. 27:46).

Culmina argumentando su mayor temor en ese momento, que el favor de Dios se haya apartado de su vista. Aunque la traducción en dicho pasaje es debatida, se tiene por sentada la versión popularizada de la Biblia Jerusalén: «Este es mi tormento: que se ha cambiado la diestra del Altísimo». Lleno de dolor e ímpetu pronuncia como se siente, y se incrementa su dolor al observar la nación de Israel ser infructuosa en su tierra prometida, ser saqueada y abandonada. Lleno de dudas pudiese entenderse como el final de la «religiosidad» para el cantor, no obstante, es menester recordar el primer versículo del salmo. 

11-19: La historia, un recordatorio infalible

Del versículo 11 al 15 se muestra un homenaje a las grandes proezas de Dios en el pasado. Deuteronomio 32:7 expande esta idea, llevando a la acción a cada creyente, invitándolos a preguntar, cuestionar, investigar sobre estas proezas divinas. La tradición oral forma parte importante de muchos pueblos. En la actualidad, a lo mejor se usa la memoria para recordar comandos o hotkeys en el teclado, pero cuando la tinta era escasa y el papel un lujo, la memoria a largo plazo jugaba un papel importante, casi fundamental, para la transmisión de principios.

En este caso, pareciera que el salmista toma los rollos, lee porciones de las Escrituras para su momento en busca de una esperanza. Positivamente sucede, y exalta al Señor por «la santidad de su camino», además resuelve uno de los conflictos espirituales arraigados en las religiones politeístas ¿quién es el Dios más grande? Si notamos los cuentos mitológicos de épocas remotas, nos adentraremos en una guerra entre dioses, al igual con Dagón o Marduk de la época neotestamentaria. Así, las batallas perdidas por Israel no solo amontonaban desquicios para su tierra, sino para la presentación de Dios, titulado como Todopoderoso, el grande de los grandes o el que Era, Es y Será, al perder su pueblo ante «dioses inferiores», ninguna de sus hazañas tenían validez para los pueblos circundantes. 

«¿Qué dios es tan grande como Elohim?» Una simple pregunta hace destronar la incertidumbre del salmista, afirmado de forma plausible la grandeza del Dios verdadero. Al retomar los versículos 16 al 19, se describe la escena del Mar Rojo, dando detalles del gran milagro. Una característica literaria muy provista en los textos hebreos es la humanización de aspectos encontrados en la naturaleza. «Te vieron las aguas…» expresiones poéticas para acentuar el hecho inequívoco (puede tornarse hasta fantasioso) de la liberación del yugo Egipcio. Para acentuar esta afirmación, el nombre «José» en el versículo 15, siendo poco común, confirma la interpretación de tales versículos desde la separación de las aguas. 

20: El liderazgo providencial 

Este versículo tiene un cierre peculiar, dejándonos más cerca de personajes enigmáticos para la cultura judía, que del mismo Dios. Observando la influencia de los pastores en los salmos, podemos determinar como el mismo escritor pasó de ser una oveja perdida a una oveja guiada por el Señor. «Como rebaño guiaste a tu pueblo, por mano de Moisés y Aarón.» Dos hombres reconocidos por tener defectos, haber cometido errores y sin embargo, ser nombrados como los instrumentos utilizados por Dios para guiar a su pueblo. Isaías 63:11 hace de forma directa la similitud entre el pastor y la salida de Israel, aunque parece un aspecto insignificante ante las capítulos más destacados como el Salmo 23, es fundamental detenerse a mirar este punto.

En medio de la gran prueba psicológica, espiritual y emocional en la que se encontraba el cantor, nos acerca a sus pensamientos con preguntas de duda sobre la presencia de Dios en su vida, a lo que recuerda las grandes proezas del Señor, en especial un evento de liberación. Trayéndole reconforte, se sumerge en cantar alabando a Dios por su hazaña de modo casi bucólico y épico, para terminar su experiencia mostrando el amor del Dios de Israel, fuerte y celoso pero a la vez tan manso y amoroso como un pastor con su rebaño. Preparó líderes capaces de terminar su tarea, ¡Hasta de dar su vida eterna por el pueblo! Si un hombre, llamado Moisés, prefirió dar su vida como todo buen líder en favor de los seguidores, no de él, sino de Dios ¿No quiso prefigurar una enseñanza mayor? ¿La vida y sacrificio de Cristo?

Conclusión

Si tuviera que agregarle una categoría a este salmo sería «Salmo personal». En él encontramos muchas etapas en la vida cristiana, en especial la desesperación de sentir a Dios lejos de nosotros. No obstante no nos deja allí, se toma el momento para mostrarnos la importancia de leer las Escrituras y recordar lo bueno que ha sido el Señor, aún en los momentos más difíciles, llenos de desesperación, la historia de la salvación y redención de la raza humana nos acarrea un sentir para seguir corriendo la carrera. Conociendo que siempre habrán hombres y mujeres dispuestos a cumplir su voluntad y liderar al pueblo. 

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