explicación del salmo 91

Teniendo como valores principales la confianza y la seguridad en Dios, el salmo 91 se centra en describir cómo es la vida de aquellos que confían en el Señor y se mantienen bajo su cobertura. Hace un contraste con otros salmos sobre guerra y victoria para mostrar específicamente la gloria y honra que hay en simplemente permanecer y confiar en el Todopoderoso.

Es un recordatorio de que nada de lo que suceda se escapa de la voluntad de Dios, sino que se ocupa de cuidar, proteger y velar por aquellos que honran su nombre y se gozan en su presencia. En este sentido, durante el transitar cristiano es posible vivir inconvenientes, problemas e incluso obstáculos que lucen imposibles de superar. Sin embargo, este salmo es un recordatorio de que Dios responde a quienes lo invocan, les acompaña y les muestra su salvación.

Contexto histórico del salmo 91

De acuerdo con la tradición judía, el salmo 91 fue escrito por Moisés y narra gran parte de los acontecimientos que sufrió Israel antes y después de Cristo. Los maestros interpretan que el llamado padre de los profetas no hacía un llamado a venganza contra el enemigo, sino que instaba a sus iguales a confiar en el refugio, abrigo y protección que solo El Eterno les puede ofrecer.

Es por esto que, a pesar de ser llamado el cántico de las calamidades por algunos estudiosos, describe la salvación de quienes confían en Dios, contrastando todos los peligros que acechan el alma del creyente durante el corto camino por la tierra, y el cuidado que tiene al enviar a sus ángeles a preservarle de todo mal, así como guiarle por el buen camino hasta el regreso a las moradas celestiales.

En el tradicional idioma hebreo en el que está escrito este salmo, la palabra destacada es “seter” que aparece en el primer versículo y hace referencia al “abrigo” y la “sombra” del Todopoderoso. Esto se traduce textualmente a “escondedero” en un ambiente profundamente militar, lo que hace referencia a que la protección divina se da frente a una guerra constante y espiritual en la que simplemente debemos escondernos o refugiarnos bajo sus alas.

Igualmente, al hacer uso de esta expresión “bajo la sombra de tus alas”, los estudiosos indican que Moisés hacía una clara referencia al arca del pacto, que tenía dos querubines alados cubriendo el cofre con sus alas.

Análisis bíblico

Versículos del 1 al 6: El cuidado de Dios

En esta porción, Moisés ofrece una descripción detallada de lo que el creyente recibe de parte de Dios al declarar, creer y confiar en que “Solo Él es su esperanza, su castillo y el Dios en el que confía”. Esto quiere decir que hace referencia a quienes eluden de alguna manera las protecciones convencionales y acuden primeramente a la del Señor para recibir una preciosa recompensa por su fidelidad.

Entonces, explica que no solo es una protección enfocada en evitar el mal que proviene de las enfermedades, pestilencia y mal tiempo, sino que también protege de la trampa del cazador, que es el daño que pueden hacer otros seres humanos. De hecho, destaca que bajo sus alas cada creyente estará seguro, dotado de provisión, verdad y confianza.

Igualmente, Moisés expresa a qué cosas ya no tendrá que temer el creyente, que son preocupaciones diarias y temores comunes entre las personas. No temerá a las enfermedades, ni a la oscuridad, ni a los ataques que recibe durante el día, ni a las catástrofes que ocurren en cualquier momento, porque el cuidado y la protección de Dios le acompañan de continuo.

Versículos del 7 al 13: El accionar cristiano

Posteriormente, el salmista hace énfasis cómo debe ser la reacción del creyente al advertir la protección divina. Expresa claramente que aunque muchos otros sean perjudicados por los problemas, las necesidades y las catástrofes, esto no le afectará porque Dios está con él. En este sentido, solo debe sentarse y ver como quienes no confían en el Señor reciben exactamente lo que merecen.

El accionar cristiano en este aspecto indica específicamente que es simplemente poner su esperanza en el Señor, y Él hará lo demás. Pero esto no es un llamado a la pasividad, sino que expresa que a donde sea que Dios envíe a sus justos, enviará también a sus ángeles a que guarden todos sus caminos, les fortalezca y les advierta sobre posibles peligros más adelante.

Versículos del 14 al 16: La recompensa

El punto más resaltante del salmo es que los que confían en Dios reciben una recompensa. Por eso el verso 14 indica “Por cuanto en mí han puesto su amor, yo también los libraré”, que es lo que Dios hace cada vez que su pueblo se vuelve a él y lo reconoce como el Todopoderoso. De hecho, promete acompañarle cada vez que le llame, ayudarle a sobrellevar la angustia y librarle de todo mal.

Finalmente, luego de vivir una vida corta en la tierra mostrando su amor y misericordia, el Señor promete mostrar su salvación y ofrecerle una morada eterna en la cual podrá vivir regocijándose en Él eternamente.

Aplicación 

A pesar de que el salmo parece indicar que el Señor simplemente evita todos los problemas y hace que el cristiano viva una vida perfecta, sin limitaciones ni sufrimiento, esto no es cierto. El salmo 91 expresa con claridad que el Señor acompaña en sus tribulaciones a quienes confían en Él, y que, a pesar de sufrir enfermedades, de estar en la oscuridad, de luchar contra leones y de pisar piedras constantemente, su espíritu no será desanimado, dañado ni desechado porque el Señor le protege.

Y es que la protección divina no tiene que ver necesariamente con no sufrir ningún daño, sino con deleitarse en permanecer en perfecta paz por cuanto se confía en el Señor. Esto conlleva la necesidad de vivir una vida justa por conocer su Santo Nombre y buscarle constantemente en angustia y en felicidad.

El Señor ciertamente recompensa la confianza que sea puesta en Él, protege a quienes ponen su alma bajo la sombra de sus alas y ofrece una vida larga y salvación eterna a todos aquellos que le buscan.

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