Como un cántico de alabanza, agradecimiento y exaltación a Dios, el salmo 92 está pensado para ofrecer una apreciación general de todas las características de la creación que merecen ser alabadas. Igualmente, destaca algunas de las cualidades del Señor que generan que la creación sea de la forma que es.
Esto quiere decir, que Dios se ha reflejado en su creación, cada aspecto responde a su carácter y porque ha cubierto cada uno de los aspectos de la misma, es digno de toda alabanza, exaltación y gloria.
En sus indicaciones, el salmo establece que fue escrito para cantar durante el día de descanso, lo que ofrece una apreciación amplia de lo que el cristiano debe hacer cuando cuente con este tiempo de descanso: alabar y exaltar el nombre de Dios por todo cuanto hace. La tradición eclesiástica menciona que el domingo es el día de descanso, y por eso se ha tomado como un día para ir a la iglesia y adorarle en comunidad. Sin embargo, este salmo puede aproximar al creyente a un estilo de vida de adoración de continuo, en el que este le exalte en cualquier momento en el que esté descansando.
Contexto histórico del salmo 92
De acuerdo con la tradición judía, este salmo fue compuesto por Adam Harishon, que es Adán, o el primer hombre. Los estudiosos de la Torá y los demás libros que componen el antiguo testamento aseguran que fue cantado en el primer sábado de la creación, es decir, el primer día de descanso. Las narraciones explican que Adán describió y cantó de alegría, impresionado por la magnitud de lo que sus ojos observaron al ver la creación recién hecha por las manos de Dios.
Si bien la autoría del salmo se le atribuye a Adán, la tradición indica que fueron Moisés y David quienes lo incorporaron al libro de los salmos e instaron a los israelitas a cantarlo durante el día de descanso.
Es por esto que, aunque el salmo 92 no menciona en ninguna de sus partes el día de descanso, el sábado o cualquier referencia similar, los israelitas tenían como costumbre cantarlo durante el día de descanso.
Igualmente, la tradición sefardí indica que el salmo 91 y el 92 forman una idea completa que expresa por qué Dios es digno de confianza y por qué ese mismo Dios confiable es digno de alabanza.
Análisis bíblico
Versículos del 1 al 3: Explicación sobre la alabanza
En un principio, el salmista expresa las bondades o beneficios que tiene para cada persona alabar al Señor. De hecho, explica cómo se debe alabar, lo que incluye la adoración como un estilo de vida: decirle a otros sobre el amor de Dios por la mañana, y por la noche agradecerle por su fidelidad. Es decir, de continuo permanecer meditando en las maravillas que Dios ha creado.
Igualmente, el salmista incorpora un elemento muy importante en la alabanza que son los cánticos, la música y los instrumentos musicales. Como una expresión artística capaz de tocar el alma de las personas y generar impacto profundo en las emociones, el salmista revela la importancia de alabar al Señor no solamente con palabras, acciones y pensamientos, sino con canciones.
Versículos del 4 al 9: Reconocimiento de la soberanía de Dios
Por supuesto que se puede alabar a cualquier cosa o persona que tenga una característica buena. Sin embargo, solo Dios es digno de toda exaltación, honra, cánticos y honor como lo refleja el salmo 92.
El salmista se encarga de reflejar en estos versículos que no hay nada que pueda compararse con el Dios Altísimo, y por eso es más digno de alabanza que ninguno. Además, no es una deidad lejana y ajena, sino que es un Padre que se encarga de hacer que cosas por las personas, y además hacerlas evidentes para que se maravillen por ellas.
En el versículo 6 reconoce que solo quienes no prestan atención a los detalles y los que los ignoran a propósito son los incapaces de notar la soberanía y magnificencia de Dios.
Pero a pesar de todas estas cosas, el Dios Todopoderoso hará justicia y será exaltado para siempre por quien es y por lo que hace.
Versículos del 10 al 15: Razones para alabar
Finalmente, el salmo 92 ofrece una apreciación general de las razones que tiene un creyente para alabar al Dios que se describe en él. Lo que Dios hace de cada persona, lo que hace por cada persona y aun lo que hará en el futuro. Esto no solo expresa la soberanía de Dios para salvar, proteger, proveer y fortalecer al creyente, sino que es el sustento perfecto, justo y que no tiene maldad ni siquiera en un porcentaje pequeño.
Esto explica que una de las razones más poderosas para alabar al Señor es su bondad, como ninguna otra en el mundo y que seguirá siendo así por los siglos de los siglos.
Aplicación
El mensaje que quería expresar el salmista es muy claro: Dios es digno de alabanza. Por mil razones es digno de alabanza, y no va a cambiar quien es porque un creyente decida alabarle o no. Sin embargo, es más recomendable exaltarlo que no hacerlo, pero, ¿por qué? Al exaltarlo, cada persona reconoce que Dios es más de lo que él o ella llegará a ser, y a pesar de tener todo el poder, todo el honor y toda la gloria, decide volver su mirada a él o ella para favorecerle. Simplemente esa muestra de amor ya merece toda la alabanza.
Dios definitivamente no necesita que le exalten, sin embargo, Adán reconoció en este salmo que era imposible conocerlo y no alabarle. Lo cierto es que es imposible ver las maravillas de su creación, aun las que no se narran en este salmo, y no sentirse alucinado por ellas. Y cuando algo nos impresiona de tal manera, la respuesta inmediata de cada persona es elogiar las características buenas. En otras palabras, alabarlas y proclamarlas para que otros las conozcan.
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