Cuando se tiene un punto de vista terrenal, es difícil observar o mirar las cosas celestiales con buenos ojos, e incluso concentrarse en ellas. Sin embargo, el salmo 97 es una descripción clara de lo pequeñas que lucen las cosas terrenales frente a la perspectiva del Dios Altísimo. Es como establecer una comparación entre su justicia, majestad, poder y belleza frente a lo que las personas están acostumbradas a ver en el mundo actual.
Este es otro salmo de exaltación que refleja claramente la verdad ineludible de las escrituras: Que Dios es Rey sobre todas las cosas. Y no ha alcanzado este lugar en el trono celestial, sino que siempre ha sido suyo. Entonces establece una descripción magnífica no solo de cómo es su morada celestial, sino de qué efectos tiene dicha morada y espacio en todo el universo.
Contexto histórico
De acuerdo con los estudios judíos, este salmo tiene un profundo contexto profético que hace referencia al Reino de los Cielos luego del juicio final. En este sentido, hace uso de figuras literarias como teofanía o epifanía para describir los fenómenos naturales espectaculares que revelan la presencia de Dios en los cielos y la tierra, pero también funcionan como figuras visuales que anticipan o identifican el Día de Jehová. De hecho, se menciona repetidamente las nubes y oscuridad que hacen referencia al juicio del Señor y que definitivamente tiene que ver con el final de los tiempos que se describen en Apocalipsis, cuando Dios venga a establecer Su Reino en la tierra y todas las generaciones siguientes queden impresionadas por su poder.
El erudito judío Samson Rafael Hisrh hace un comentario muy ilustrativo sobre el punto de vista judaico que establece el salmo 97 frente a la cosmovisión divina del plan de Dios. “Incluso el proceso de fructificación que precede al crecimiento de la cosecha en la tierra, no tiene lugar bajo un sol radiante. La semilla queda enterrada en el suelo y hasta que no llegue a un estado de putrefacción no empieza a brotar. De igual modo, el feliz Reino de Dios será precedido por un momento de tristeza y tiempos tenebrosos que pavimentarán el camino que nos conducirá a Él”. Es así como se puede observar con claridad la línea que traza el salmista con respecto a la alabanza eterna, cimentada en el temor a Dios por su magnificencia, su poderío y majestad por los siglos de los siglos.
Igualmente, el salmista declara dentro de sus palabras que ningún otro rey designado es como Dios, sino que todos los ídolos y reyes deben alabar y adorar al Rey Supremo. La razón por la cual se hace esta salvedad es por la lucha constante de Israel para mantener su corazón puro y libre de idolatría delante del Señor. La mayoría de los salmos instan a que el pueblo aleje los ídolos de su corazón y regrese a sus caminos para que puedan apreciar la restauración de Dios.
Análisis bíblico
Versículos del 1 al 9: “¡El Señor es el Rey!”
El salmista expresa la supremacía de Dios frente a cualquier otra cosa creada en el universo, y para hacerlo toca tres puntos fundamentales:
- La Justicia de Dios: En un principio, se reconoce que Dios es el Rey más justo de todos. Es decir, que ningún truco, tecnicismo o argumento sobrepasa a su justicia. De hecho, dice textualmente que lo que sustenta su trono en los cielos es la rectitud y la justicia de su carácter. Esto significa que Dios no simplemente actúa con justicia, sino que es parte de su personalidad, es lo que es: Recto y Justo. Esto quiere decir que en ningún caso actuará de forma diferente a esta verdad.
- La Soberanía de su Reinado: De acuerdo con el salmista, el reinado de Dios es superior a las cosas más temibles que se observan en la creación. De hecho, los desastres naturales como las tormentas y los relámpagos, así como las montañas más imponentes de la creación son la forma como Dios expresa su gloria y su poder. Es por esto que se indica que la creación proclama la justicia de Dios en todos los sentidos.
- La Supremacía de su Poder: Sin duda alguna esto es uno de los elementos que no se pueden pasar por alto en las composiciones musicales y poéticas es que Dios es el Rey Supremo por encima de cualquier otro dios falso o ídolo creado. Pero en este caso, el salmista destaca que todos los que ponen su confianza en algo diferente al Dios Altísimo serán deshonrados. Esto se debe a que no solo todo el mundo debe inclinarse ante Dios, sino que todos los ídolos también lo hacen. Es así como Dios demuestra su justicia frente a las naciones.
Al final de estos versículos, el salmista expresa que es causa de alegría como los otros reinos son deshonrados por confiar en otro que no es el Señor Supremo. La justicia de Dios expresa es motivo de justicia para su pueblo, y la demostración final de que será exaltado por encima de todos los dioses y frente a todas las naciones es una aproximación al reino venidero.
Versículos del 10 al 11: La luz brilla sobre los justos
En los últimos versículos del salmo 97, el salmista aprovecha para instar a los justos, a los que creen en la justicia del Señor a que actúen como tal. Las instrucciones que ofrece son muy claras: Odien el mal y amen al Señor. De esta manera él ofrece beneficios incontables y brilla su luz sobre él mientras el justo esté caminando sobre la tierra.
Igualmente, el salmista asegura que alabar el santo Nombre de Dios es un motivo de alegría, al igual que tener un corazón recto y sin dobleces delante de su presencia. El Señor no solo protegerá la vida de los justos, y les rescatará del poder de los perversos, sino que garantizará que vivan en perfecta paz, porque son capaces de confiar en su justicia, su poderío y su reinado.
Aplicación
Para observar apropiadamente este salmo se debe tomar en cuenta que la justicia de Dios es totalmente diferente a lo que los hombres han conformado como justicia. Esto quiere decir que su vista excede la terrenal, y que Él es capaz de tomar aspectos en cuenta que ningún creyente será capaz de vislumbrar sin su ayuda. Es decir, que Dios no se equivoca, todos sus caminos son rectos, todos sus juicios son perfectos y su proceder es impecable. Él hace todo por una razón, para todo tiene un plan y tiene control perfecto de todo lo que sucede en la vida de cada persona en el mundo.
Esto pudiese aproximar un punto de vista negativo, ya que suceden muchas cosas terribles y esto parece ser totalmente injusto. Sin embargo, la justicia de Dios expresada en el salmo 97 va mucho más allá de lo que sucede en un hecho aislado y que afecta negativamente la vida de un creyente devoto, de una persona “inocente”, o de alguien que pareciera no tener nada que ver con el conflicto. La justicia de Dios se expresa una vez se es capaz de ver cómo repercute esa acción haciendo ecos no solo en la actualidad, ni en un contexto cercano, sino en el futuro y en la vida de otras personas que quizás ni siquiera son cercanas al primer afectado.
Entender la justicia de Dios es complicado porque el ser humano no tiene una cosmovisión como la suya. Es por esto que el salmista dice que se expresa como fenómenos naturales y aspectos temibles, porque aunque en la vida, algunas veces pudiese parecer que se le trata al creyente (o al ser humano) con injusticia, la justicia de Dios excede todo eso y demuestra que procura el bien de aquellos que le aman, trazando caminos perfectos para alcanzar su perfecta y agradable voluntad.
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