Haciendo una clara alusión al poder de Dios a través de la historia de Israel, este salmo es conocido como el himno de fidelidad Nacional. Por siglos, el salmo 106 sirvió para recordarle a los israelitas que Dios era, es y será fiel a través de los tiempos y esto no tiene periodo de caducidad.
A diferencia de los anteriores, este no narra acontecimientos negativos ni quejas, sino que le da gracias al Señor. Por esto, se puede inferir que el salmista consideraba que el agradecimiento es la principal forma de observar los milagros de Dios, que aunque no pueden contarse, pueden verse día tras día y son dignos de alabanza y adoración.
El salmo 106 hace referencia directa a la diáspora que sufrieron los judíos cuando fueron esparcidos luego de la destrucción del templo. Es un recordatorio a todas las generaciones de judíos y creyentes de cómo Dios ha obrado en el pasado, y sigue obrando durante años, para que se unan en un solo ruego y un solo clamor para que el Señor les reúna y les regrese su antigua gloria.
Contexto histórico del salmo 106
El salmo 106, de acuerdo con la tradición judía, se une con su antecesor y su posterior para hablar del mismo tema: la fidelidad de Dios a través de la historia judía. Sin embargo, este fue escrito por un judío que ya había retornado del exilio, por lo que su forma de escribir refleja la felicidad porque el pueblo regrese a su hogar y un contraste muy evidente entre la obediencia y la desobediencia.
Este es el último libro del Tehilim, que hoy en día es conocido como el cuarto libro de salmos de la tradición judía. Los estudiosos lo han catalogado como una confesión de parte del pueblo, un reconocimiento de todos los errores que habían cometido y que ahora están dispuestos a remediar. Es por eso que hacen llamados a cantarle salmos a Dios, con un argumento saludable que enfatiza antes que nada la salvación que proviene del Señor, y luego la necesidad que tuvo el pueblo de todos estos acontecimientos para comprender los deseos de Dios expresados en la Torá
Análisis bíblico del salmo 106
Versículos del 1 al 5
Es importante destacar y recordar que el salmo 106 abre con una solicitud del salmista a que todos de gracias al Señor y le exalten. Se destaca que todo el mundo debe saber lo que él ha hecho. Así que las alabanzas son una forma de expresar su gloria y poderío, sus obras, que ha realizado con el fin de darse honor y majestad.
Seguidamente, hace un llamado a la comunidad de regocijarse en el Señor y buscarlo de todo corazón, recordando siempre las maravillas que ha hecho, y destacando que tanto sus mandatos como sus bendiciones tienen un propósito eterno desde el principio. En este caso, el principio se marca con Abraham y sus descendientes del linage de Jacob, quienes como cada uno de los creyentes en el mundo han sido elegidos por Dios.
Versículos del 6 al 23
Es entonces cuando empieza a narrar los actos del pueblo de Israel, tanto como las bendiciones de Dios. Empieza su narración diciendo que el pueblo en la actualidad cometió los mismos pecados que sus antepasados, no se conmovieron ante las obras de Dios frente a Egipto ni ninguno de los milagros posteriores. Por otra parte, se olvidaron del Señor, de sus actos de bondad y se encontraron en dificultades.
Sin embargo, destaca que de todas ellas los salvó Dios en su tiempo justo. Defendió el honor de Su nombre y los condujo a través del mar para sacarlos de la esclavitud y llevarlos a una tierra prometida. Entonces el pueblo le creyó a Dios y le siguió.
Pero el salmista revela con pesar la poca memoria que tiene el pueblo de Israel, ya que no tardaron en olvidar todo aquello y traicionarlo, traicionar a sus siervos Moisés y Aarón y toda clase de desventuras sucedieron.
En esta sección el salmista destaca como Dios cumplió con su justicia. Como consumió a los desobedientes e hizo que se los tragara la tierra y cómo Moisés tuvo que suplicarle que no destruyera al pueblo por hacer un ídolo mientras él les entregaba sus decretos y normas. Sobre todas estas cosas el Señor fue misericordioso, pero justo. Y no negó nunca su caracter de Rey de Reyes, que ejerce justicia por encima de todas las cosas.
Versículos del 24 al 39
A pesar de las acciones increíbles y milagrosas que Dios hacía en el campamento, los judíos seguían sin creer sus promesas. Esta sección del salmo narra con pesadumbre cómo los Israelitas en su terquedad decidieron simplemente ignorar las promesas de Dios, hacer caso omiso de sus elegidos y provocar el enojo del Señor una y otra vez. En esto, destaca historias especiales que se narran en Éxodo y otros libros de la Torá, como la del culto en Peor, en la que los israelitas hicieron sacrificios a Baal e incluso comieron de estos sacrificios, o el enojo que provocaron en Moisés en Meribá, que fue causante de que Dios le impidiera ver la tierra prometida.
Continúa narrando las acciones constantes que hacían que Dios se enojara con Israel y les hiciera vagar por 40 años en el desierto.
Versículos del 40 al 48
Finalmente, el salmista narra la respuesta inevitable y justa del Señor en la cual entrega a Israel a las naciones paganas para que quedaran bajo su gobierno y entendieran qué era realmente lo que deseaban: vivir bajo el gobierno de seres humanos, no eternos, que cambian de opinión y que son crueles. Así que sus enemigos los sometieron una y otra vez hasta que el Señor decidió rescatarlos. Pero, no habían aprendido y se rebelaron nuevamente contra Dios, provocando su propia destrucción. Esta hace referencia a cuando fueron esparcidos por todas partes cuando el templo fue destruido.
Sin embargo, la historia no termina allí, sino que Dios siguió escuchando su clamor, recordó su pacto una vez más y en su amor inagotable hizo que los captores ablandaran sus corazones.
El salmo termina con el ex cautivo rogando al Señor para que deje su enojo pasar y vuelva a reunir a los israelitas, quienes ya finalmente han aprendido la lección y quieren adorar y agradecer juntos al Señor con sus sacrificios y sus alabanzas.
Aplicación del salmo 106
Aunque pareciera que el salmo habla exclusivamente a los hijos de Israel, el creyente debe recordar que la biblia es viva y eficaz, y cada parte de ella es un mensaje de Dios para tu vida, útil y perfecto para ayudarte a crecer en su estatura. La historia de Israel, inevitablemente se asemeja a la de cada uno de los cristianos del mundo. Una persona que necesita recordar constantemente el amor de Dios para poder actuar conforme a él, pero que también constantemente lo olvida y vuelve a fallarle.
Sin embargo, el carácter de Dios se revela en su justicia y en su amor inagotable, que no se niegan entre sí, sino que se complementan y son perfectos. Es así como el salmista también le hace al creyente un llamado a alabar a Dios en todo tiempo y recordar siempre sus beneficios para evitar caer en lo mismo que cayó el pueblo de Israel, recordándole que toda acción que lleven a cabo tendrá consecuencias de las que Dios no los va a librar, ya que son las consecuencias de sus actos. Sin embargo, Dios les perdonará si se vuelven con un corazón contrito y humillado, y poco a poco hará algo nuevo de ellos.