Explicación del salmo 108

Existe una gran relación entre este salmo de David y otros escritos por él, ya que es un cántico de alegría a pesar de la pesadumbre y de la tristeza. Es un canto emotivo que refleja que aunque el creyente esté en dificultades, no tiene razones para dejar de adorar al Señor, sino que su corazón debe estar dispuesto a adorarle desde que se levanta al amanecer.

También es un salmo histórico que cantaron para darle la gloria a Dios por las victorias que le había dado a Israel en el pasado, pero esto también servía como ánimo para las victorias postreras. El salmista refleja que está confiado en que Dios ayudará a Israel con sus entonces actuales enemigos y les dará la victoria en todas las circunstancias.

Entonces el salmo 108 está basado no solamente en una profunda rendición a Dios, sino en una declaración de victoria y gratitud ante las obras que ya había hecho en el pasado, y esperaban que repitiera en el presente. Así que refleja el carácter de Dios, que se enaltece en todo tiempo, cuando el creyente que le adora está en dificultad, así como cuando está en momentos alegres y de victoria.

Contexto histórico del salmo 108

Los estudiosos judíos remarcan inmediatamente que este salmo es casi íntegramente una unión de otros dos que David cantó en momentos de profunda dificultad. El primero fue el salmo 57: 8-12, una acción de gracias y un cántico de victoria cuando Saúl le perseguía. El segundo fue el salmo 60:7-14, cuando David se enfrentó a Arám-naharaim, Arám-soba y Joab, y luego regresó y mató a 12 mil edomitas en el valle de la Sal.

Igualmente, los maestros relacionan este con una visión profética de David sobre la vuelta de los dispersos a la tierra prometida en el futuro, cuando el Mesías vendría y se ocuparía del trono de Israel. De hecho, uno de los maestros judíos prominentes, Yonatán Ben Uziel, interpreta la visión como un nuevo futuro para Israel, en el cual abrirá nuevos horizontes y se cumplirá lo que dice el Pasuc: La tierra se llenará finalmente del conocimiento de Dios, así como el agua cubrirá los males.

Otro dato interesante es que en el principio del salmo se pone el enunciado “Cántico de David”, y esto en la versión hebrea tiene las iniciales SHALEM, que indican “perfección”. Esto establece que el salmo está cubierto de una perfección y excelencia de corazón, ya que es el verdadero agradecimiento que a Dios le agrada. La tradición judía también expresa que la excelencia y la perfección son las cualidades que han adornado la dinastía de David, y la así se destacaba que la seguirían adornando.

Análisis bíblico del salmo 108

Versículos del 1 al 5 Exaltación por la victoria

El verso inicia diciendo “Mi corazón está confiado”, que en el hebreo tradicional no solo se traduce como tener confianza en Dios, sino que expresa la disposición que tiene en el corazón para cantar sus alabanzas. Esto refleja lo siguiente que indica el salmo que es la justificación que tiene el salmista para cantar alabanzas. Es como decir “Dios siempre ha estado conmigo, he visto su poder, su gloria y su honor. ¡Con toda razón puedo adorarle!”, es una declaración llena de conocimiento de la obra de Dios en su vida, y que refleja un convencimiento superior de aquel a quien adora.

Es por eso que el salmista refleja que le adora frente a todo el mundo sin ningún tipo de vergüenza. De hecho, lo establece como un honor, tener un Dios Todopoderoso a quien adorar y exaltar frente a las naciones. Ese mismo Dios al que conoce y del que puede decir que es más fiel y más grande que el límite conocido: el cielo. 

David imagina que hay algo más alto que las nubes, y ese es Dios, quien hará brillar su gloria por encima de toda la tierra y ofrecerá sus bendiciones a todos aquellos que le creen, que lo ven y que lo adoran de la misma manera.

Versículos del 6 al 13 Ruego por la justicia de Dios

Basado en ese conocimiento de Dios, el salmista comienza a recordar cuántas veces Dios le ha librado en el pasado junto al pueblo de Israel. Empieza a enumerar sus victorias y a exaltarle por sus triunfos en batalla mientras conquistaban en los tiempos previos a su reinado, como Dios les exaltaba frente a todas las naciones y les hacía salir triunfantes.

Aunque parece que David le está haciendo un recordatorio al Señor de su obra, esto es más un canto de victoria para que ahora que la ciudad está siendo atacada, que están pasando por un momento difícil, que están siendo perseguidos, estos tengan ánimo en las victorias que Dios les ha dado en el pasado.

Finalmente, revela su carácter de oración y petición a Dios: “Señor, como hiciste conmigo una vez, haz otra vez”, sabiendo que Dios puede hacerlo, puede restaurarlo y con seguridad lo hará, porque Dios es fiel a sí mismo, no cambia de opinión y no les dejará para siempre en dificultades.

Aplicación del salmo 108

Los salmos de David siempre reflejan el carácter de Dios frente a toda clase de problemas, desventuras, pero también alegrías y celebraciones. Esto se debe a que el salmista le conocía profundamente, le había visto actuar durante toda su vida, y por eso tenía un corazón confiado en Él. En esta oportunidad, el salmista refleja toda su intención de adorarle porque sabe bien que, aunque en ese momento no pueda ver la victoria en su vida, Dios está trabajando en ella, tal como trabajó en su victoria en el pasado y se dio la gloria y la honra por tan impresionante hazaña.

Eso es lo que la vida del creyente es para Dios, su gran hazaña. El lienzo que El Gran Artista usa para darse gloria, con cada luz o con cada sombra usa detalladamente para mostrar una gran pintura: una Obra Maestra planeada de antemano. Sin embargo, el creyente está dentro de la obra, y no puede apreciar toda su belleza. Pero la esperanza es que un día será restaurado para ver que todo tuvo perfecto sentido desde el principio, y que la victoria está hecha para que la disfrutara tanto como la batalla en sí misma. Entonces el llamado del salmista es a confiar y agradecer a Dios por todo cuanto ha hecho, porque si aún no puede verla, esto no quiere decir que no vaya a haber una victoria. Siempre la hay en Cristo Jesús.