Es uno de los salmos que ofrece una apreciación más cercana a la relación profunda que tenían algunos creyentes del pueblo con Dios. Habla de una relación de confianza en la que el pueblo clamaba al Señor con la plena confianza de que sus oraciones serían respondidas. Igualmente, le preguntaban al Eterno qué hacer, cómo reaccionar, incluso cómo exaltarle. Y todas sus preguntas eran respondidas con instrucciones precisas, ya que el Señor sabe exactamente cómo hace todas las cosas.
La franqueza es una característica relevante del salmista, no teme decir cuándo está angustiado o cuando algo no le gusta, tampoco teme decir delante del Señor lo que hará y prometerlo, porque tiene la certeza de que lo cumplirá. Aún más, se ha comprometido a cumplirlo frente a todo el pueblo para que estos vean su nivel de compromiso y de esta manera también le den la gloria a Dios a través de sus seguidores.
Por otra parte, el salmo 116 menciona repetidas veces la muerte, por lo que pone en el plano la idea de que es ineludible pensar que la muerte asecha y está presente en la vida de los creyentes, pero incluso sobre ella, Dios tiene predominancia y es capaz de exaltarse una y otra vez frente a ello. Es un Dios cercano que se conmueve con lo que nos conmueve, pero también entiende que es supremo sobre todo y con ese carácter ejerce el dominio sobre el mundo.
Contexto histórico del salmo 116
En un principio, los maestros de la Ley le atribuyen este salmo a la historia de Jizkiyahu, quien fue rey de Judá y estando enfermo, a punto de morir, fue restituido por el Señor. Es decir, Dios lo sanó y extendió su tiempo de vida por 15 años más.
Sin embargo, esto no está comprobado, lo que es seguro, es que este salmo fue escrito como una acción de oración y gracias de un particular a Dios. Específicamente un siervo de Dios que pasó por una gran enfermedad y que en un principio espera por la salvación del Señor a quien conoce.
De acuerdo con los judíos, se habla de una expectativa de que el Eterno le envíe al creyente su Refua, que significa medicación correcta para salvar su vida. Esto no solo hace alusión a una salvación milagrosa, sino que tiene que ver con que el creyente reciba la medicina correcta para sanarse, para ser restaurado de su condición precaria. En este sentido, es una posición interesante, porque impone que Dios también es el creador de la ciencia tras las medicinas necesarias para que el pueblo se sano y salvo. Esto no es un invento del hombre, como se sospechaba, sino que es Dios quien, a final de cuentas, es capaz de proveer la inteligencia y los recursos para que el ser humano pueda ayudar a sanar el estado de enfermedad de las personas.
Finalmente, el poeta levanta una acción de gracias, porque se siente identificado con la ley de Dios, la salvación que ha obtenido por medio de ella y reconoce que no tendría oportunidad de ser restaurado de no ser por el Eterno.
Análisis bíblico del salmo 116
Versículos del 1 al 14: Oración y manifestación de fe
A pesar de que se trata de una oración de alguien afligido, no es evidente. Parece que este cántico está rodeado de un gozo interesante, porque sabe que Dios le escucha e inclina su oído para escucharle. A pesar del sufrimiento y el dolor, el temor a lo desconocido que puede traer la muerte, y todo lo que representa, el salmista, tal como el creyente tiene como respuesta clamar al Dios que sabe que puede salvarlo, y esperar conseguir respuesta.
Afortunadamente, Dios responde siempre. Esto es evidente cuando el salmista dice “que mi alma descance nuevamente”, es decir, como lo ha hecho antes, y lo hará ahora porque Dios ha sido bueno conmigo.
Entonces, el salmista aprovecha para narrar las veces que Dios le ha rescatado diciendo lo que hace al restaurarle y regresarle su posición original En ese sentido, la salvación de Dios se presenta de la siguiente manera:
- Es evidente que es Dios quien le ha rescatado, porque pasó de muerte a vida, y nadie más podría hacer eso.
- Quita temporalmente el dolor, las lágrimas de sus ojos y el sufrimiento que podría estar sintiendo.
- Remueve los obstáculos y le evita seguir tropezando momentáneamente, porque sabe que lo necesita para ser enteramente restaurado. Igualmente, esto hace referencia a una enseñanza que recibe el creyente, por lo que ya no sigue tropezando con el mismo obstáculo, es capaz de verlo y evitarlo.
- Le permite caminar libremente a su presencia mientras vive en la tierra. Acceder a todo lo que Dios tiene para ofrecer cuando se sienta frente a él a escucharle.
El salmista sabe que no tiene nada para ofrecerle al Señor, más que su corazón y todo lo que tiene. Por eso su acción de gracias incluye la promesa de accionar conforme a su fe en el futuro. Comienza a prometer acciones que glorifiquen a Dios como levantar la copa de su salvación, alabarle por salvarlo, cumplir las promesas que ha hecho frente a pueblo.
Versículos del 15 al 19: Agradecimiento y alabanza
Este salmista alaba y agradece a Dios como alguien que le conoce, porque sabe que el Señor también se conmueve por lo que las personas se conmueven. Entonces comienza a agradecer por cada aspecto de su vida, no solo porque fue sanado en esta ocasión, sino porque el Señor le ha librado antes, es su siervo, quien ha renacido en su templo. Entonces, vuelve a añadir acciones a su agradecimiento, porque un corazón realmente agradecido trata de retribuir lo que ha recibido.
En este sentido, las acciones del agradecimiento de este salmista son notables y indican qué tipo de gratitud es la que le gusta a Dios:
- Ofrece sacrificios de adoración.
- Invoca el nombre de Dios en toda su vida.
- Cumple sus promesas delante de Dios, y frente a todos.
- Regresa una y otra vez a su casa, su templo.
- Alaba su nombre por todas las cosas que ha hecho.
- Piensa constantemente en qué hacer para retribuir la salvación de Dios.
Aplicación del salmo 116
Esta es la canción de alguien que vivía tan cerca de Dios que reconocía sus acciones, sabía qué cosas provenían de él y cuáles otras no. Este hombre reconocía de tal manera al Dios que le creó, que supo reconocer que muchas veces su salvación venía a través de otros hombres, a quienes les dio la medicina correcta para ayudarle.
Esto es un ejemplo de la cercanía que se puede llegar a tener con Dios siendo enteramente francos. Lo único que caracteriza el corazón de este fiel es que acude genuinamente al Eterno en sus dificultades, aflicciones y sufrimientos, pero cuando está alegre, reconoce que está alegre por sus bendiciones, por su amor, por su misericordia. De esta manera, el Dios Todopoderoso se place en el creyente, le ofrece su favor, su misericordia y se hace evidente en su vida cada día.
Otra enseñanza interesante es que el agradecimiento a Dios no solo implica decir “gracias a Dios” cada vez que se recibe un favor. Aunque esto también es gratitud, este salmista enseña un agradecimiento profundamente activo, que implica acciones constantes y la interrogante permanente de qué puede hacer el día de hoy para retribuir lo que Dios ha hecho por Él. De esta manera, deja de ser una posición receptora e inactiva que solo espera que el Eterno le bendiga constantemente, sino que se ocupa de agradecer, darle la gloria, ir a su casa, cumplir sus promesas delante de Dios, invocar su nombre y sacrificarse día tras días en adoración para agradarle al Altísimo.