Como una expresión de profunda alegría, regocijo y entusiasmo, en esta oportunidad el salmista ofrece una composición increíble que explica cómo toda la creación adora a Dios, y nosotros debemos adorarle.
En una explicación completa de esta terminología, el autor expresa una profunda reverencia ante la magnificencia de Dios, que merece ser exaltado por encima de cualquier otro simplemente porque es el rey de todas las cosas. Incluso hace alusión a que no solo se alabe al Señor con ese salmo, o con cánticos existentes, sino que de los labios del creyente salga una canción nueva de adoración y exaltación porque es testigo de las maravillas que ese Dios grande y poderoso es capaz de hacer.
Igualmente, es imposible adorar a un Dios que no se conoce, es por esto que el Señor a quien adora el pueblo cristiano se da a conocer a través de sus múltiples características dignas de alabanza, como la justicia, la bondad, la misericordia, la fuerza, la protección y muchas otras.
Contexto histórico
De acuerdo con la tradición judía Hashem, Rey del mundo (Que es el mismo Dios que hoy nos acompaña) estableció la tierra firmemente para que no se tambaleara y la ha sostenido desde entonces. Es el único que juzga a las naciones, afirma la tierra y cuida a su mundo para que nadie pueda conmoverlo.
En este sentido, toda su creación sabe el poder diario que Hashem ejerce sobre ellos, por lo que el rumor del viento, las olas del mar, el eco de los montes e incluso el balanceo de las hojas actúan como una nueva canción de alabanza a quien les creó y hasta hoy les sostiene. El Dios de la creación recibirá alabanza y adoración por los siglos de los siglos.
Es así como, el salmo 96 es una proclamación y llamado a que todos los pueblos acepten que Dios es el Señor. De esta manera, el salmista es capaz de vislumbrar o aproximarse a describir el nuevo reino que se extenderá sobre todo el universo, reinado por el mesías y que cuenta la gloria de Dios en todo su esplendor.
Análisis bíblico
Versículos del 1 al 3: Un llamado a alabarle
El primer verso no es una sugerencia, una solicitud o una insinuación en voz pasiva. Se trata de una oración demandante en voz activa que expresa el deber de cada creyente y de toda la creación: Alabar al Señor y cantar en su nombre. Esto no solo incluye hacerlo de la boca para afuera, sino que el salmista expresa la necesidad de exteriorizar las alabanzas con acciones. Es por eso que es tan claro al decir “anuncien las buenas nuevas” y “anuncien sus gloriosas obras”, esto va más allá de simplemente reconocer que Dios es bueno, si no de actuar sabiendo y exteriorizando su bondad en cada aspecto de la vida.
Finalmente, hay un aspecto muy relevante en esta parte del salmo 96, que incluye una asociación directa con Mateo 29: 18-20, cuando Jesús comanda a sus seguidores a ir y hacer discípulos a todas las naciones. Es decir, desde antes incluso de que Jesús naciera, ya Dios tenía predispuesto el plan de salvación perfecto que debía ser contado a todas las personas en el mundo: un reinado justo, lleno de bondad y misericordia en el que Dios fuese el centro y sus hijos reinaran con Él.
Versículos del 4 al 6: Reconocer su grandeza
Es correcto decir que si algo cuenta con características precisas que lo convierten en digno de alabanza, entonces otra cosa que cuente con las mismas características también será digno de la misma alabanza. Este es el factor diferencial para saber por qué Dios es el único digno de alabanza y adoración: porque no hay ningún otro dios como él.
Lo más interesante es que en este punto, el salmista exhorta a que todos reconozcan que Dios es supremo, aún por encima de los dioses paganos. Esto es porque él es El Creador de todas las cosas que los paganos adoran, ¿y no es el creador más digno de alabanza que la creación?
Si bien ninguna de estas cosas son dignas de adoración, Dios si lo es. Ya que es real, ha demostrado su poderío creando los cielos y sosteniendo la tierra con firmeza hasta el día de hoy. Entre las características de Dios se encuentra el honor, la majestad, fuerza y belleza que lo rodea, lo adorna, y que no cambiará porque los seres humanos no le adoren. Sin embargo, lo mejor para el ser humano es reconocerle, ya que de otra forma se encontrará tratando de llenar el vacío que existe en su corazón con otros ídolos que no tienen poder en sí mismos.
Versículos del 7 al 10: Dios merece la gloria
En estos versículos se narra precisamente por qué Dios merece la gloria. Expresamente cuáles son las características que lo hacen destacarse y que llevan al creyente (y a todo el mundo, eventualmente) a reconocer que es Rey sobre todas las naciones. En este sentido, como es grande, fuerte y poderoso, es quien merece las ofrendas, la adoración y que todas las peticiones sean presentadas delante de Él.
Más impresionante que eso es que el salmista hace referencia a que la razón por la cual el mundo se sostiene y el ser humano sigue existiendo es porque Dios así lo quiere. Lo cierto es que la creación le debe su existencia a Dios, y así como los animales, las plantas, las flores, y el resto de cosas creadas le reconocen, también los seres humanos deben hacerlo.
Versículos del 11 al 13: Cristo viene pronto
Aunque el salmo 96 se encuentra en el antiguo testamento y fue escrito mucho antes de que naciera Jesús, los últimos versículos hacen una clara alusión al regreso del Señor para juzgar la tierra. Son las mismas verdades reveladas en el nuevo testamento, que hacen referencia a un juicio inminente y que revelan que todas las naciones serán juzgadas con justicia y verdad.
Aplicación
Al principio del salmo, el autor exhorta al pueblo a cantar a Dios un cántico nuevo. Y aunque es cierto que el creyente puede entonar una palabra de adoración que salga de su corazón, este verso se repite varias veces en los salmos, y puede hacer una alusión metafórica de que el creyente ande con una actitud renovada, de gozo, de esperanza y de la paz que sobrepasa todo entendimiento.
Los salmos hacen referencia a muchas formas de alabar y adorar a Dios de forma práctica, con salmos, con cantos y con palabras, pero también ofrecen una introspección interesante, ya que llevan al creyente a meditar en lo que sucederá en el futuro. Jesús vendrá a juzgar la tierra y se encontrará con un pueblo enardecido que le alabe, es muy personal saber quién es parte de ese pueblo.
Finalmente, el salmo 96 revela indirectamente la fidelidad de Dios, que mucho antes de cumplir sus planes ya ofrecía pistas y revelaciones al respecto a través de los salmistas y de los profetas. Todo está planeado, forma parte de un mapa perfecto de conexiones que Dios conoce y en el que obra para el bien de quienes le aman.
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